Las medidas de control urbanístico introducidas en España en los últimos años han sido defendidas como herramientas esenciales para garantizar un desarrollo urbano equilibrado, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, al observar sus efectos reales, especialmente en el País Vasco y en otras regiones clave del país, emerge una narrativa compleja que cuestiona la eficacia y el impacto de estas políticas.